soltar

Hola,

ha pasado un tiempo desde mi última Slowlettter.

Muchas cosas han cambiado desde entonces. Algunas veces me he visto tentada a contaros, pero nunca estaba preparada. He sentido tanta desidia, que no veía justo escribir con ese ánimo.

No ha pasado nada extraordinario. Sino demasiado normal y poco relevante, sin embargo, estamos tan acostumbrados a que lo que contemos tiene que ser sorprendente, elocuente e innovador, que ya pasamos de puntillas lo pequeño y lo que creemos que es poco atractivo.

Creo que hoy en día no hay nada más atractivo y bello que la sencillez, el encontrar esa simplicidad y a su vez grandeza en los actos más minúsculos y cotidianos. Y sobretodo en ser consciente de que los grandes cambios son producidos por un cúmulo de pequeñas cosas.

Ha pasado...

la VIDA,

y por primera vez en mucho tiempo he podido sacar mi cabecita del taller y mundo Feels Like Home para dejarme llevar, hacer otras cosas, oxigenarme.

Llevar un emprendimiento ha sido lo más complicado que he hecho hasta la fecha, mucho más que la maternidad que también ha sido una auténtica montaña rusa. Emprender desde cero, crear y materializar unas idea, ha sido una aventura emocionante. Echando la vista atrás, me siento orgullosa de todo el esfuerzo y sacrificio porque siento que desde el 2019 me he sacado un máster que más que profesional, que también, ha resultado ser un gran trabajo interior. Luchar por sacar un proyecto adelante con las trabas evidentes que existen ha sido cosa fácil en comparación con todas esas piedras que cargaba en mi interior. E ir sorteando una tras otra me ha convertido en alguien más resiliente, capaz.

Llevaba desde el año pasado sintiendo cambios. Mi ilusión por mi proyecto estaba disminuyendo un poco. Problemas de salud, el gran susto que nos dio mi madre y que se extendió hasta final de 2023, tener que aceptar una entrevista por ser seleccionada para unos premios cuando estaba bien jodida moralmente, ganar ese premio, recibir ofertas de markets que no esperaba, participar en cada uno de ellos con bastante éxito (cosa que agradeceré siempre), más la vida de cada uno, compromisos varios, etc, hizo que llegase a Enero de este 2024 con la firme decisión de cerrar Feels.

Si, solo yo soy capaz de tomar una decisión así cuando el negocio no iba mal. Pero es que mi mente y cuerpo me estaban gritando: "¡o paras o te paro!".

Entonces el destino puso en mi camino un trabajo a media jornada que acepté sin rechistar y con una felicidad enorme. Necesitaba salir de aquí, necesitaba sentir que no estaba todo perdido. Que podía hacer otras cosas, que yo era capaz de más. Aunque fuera simple, sencillo. La idea era sentirme segura durante un tiempo, una estabilidad que dejas de tener cuando decides ir a por todas y emprender como autónoma. No hablemos de lo complicado y el sacrificio enorme que uno debe hacer si quiere ser autónoma en este país. Nada de ayudas. Una gran piedra enorme y pesada que empieza a formar parte de ti,a no dejar que levantes cabeza. Un sistema disfuncional y corrupto que va matando muy buenos proyectos e ideas brillantes.

Bueno, que me enrollo...

y es que empecé a trabajar. Y una sola palabra define lo que empecé a sentir.

L I B E R A C I Ó N

Durante estos meses mi única preocupación ha sido el volver a disfrutar de mi familia, organizar mi hogar, leer, ver series nuevas (sin constante culpa y presión) y en el nuevo trabajo. Es cierto que creía que el no estar en el taller causaría el efecto contrario, que mis ganas por entrar en mi espacio de trabajo sería algo con lo que quisiera acabar mi día, pero no. He estado trabajando, agradecida porque mi poca interacción en redes no ha sido un freno para todos los que seguís apoyando mi proyecto, pero lo he pisado lo menos posible. Me he sentido tan viva, no puedo explicarlo bien, pero solo quién haya estado más de una década trabajando por cuenta propia sabrá esa sensación de volver a sentir que pertenece a un mundo en el que es totalmente bienvenido. Y que la rutina y la estabilidad de tener un trabajo y un sueldo cada mes, es lo más emocionante que he sentido en tiempo.

Ok, todo suena a que Feels cierra. Caput. Bye bye.

No. No es así.

Estos meses me he dado cuenta de que evidentemente no soy la misma de mis inicios, ni tan siquiera la misma que la de principios de 2023. Y no es malo. Tengo más conocimientos, las ideas claras y sé que el camino que retomé en Feels con mis velas y otros productos para el hogar es el camino que quiero para este proyecto, pero me he dado cuenta de que mis prioridades son otras. Y que igual que hay muchas gamas de colores, en la vida uno puede encontrar equilibrio entre lo que te ayuda a ser más tú, seguir esa especie de llama y fuego interno, y también entre esa seguridad y estabilidad que creo que todos necesitamos para no estar en modo alerta continuamente.

Me decanto por las dos. Porque vivir de tu pasión es una carrera que no acaba nunca y para alguien tan sensible como yo, el "burnout" va a estar presente más veces de lo que uno podría soportar.

Me he dado cuenta de que soltar esa idea fija, me ha liberado y me ha hecho ver de lo mucho que soy capaz. De que la creatividad forma parte de mi, pero que sé hacer tantas cosas! Y de que no quererme, no valorarme por todo lo que soy capaz ha sido un tremendo error que solo me ha dado sufrimiento.

Lo que puedo ofrecer es infinito. Como ser humano, como mamá, como mujer, como ser espiritual.

Soltar es la clave. No apegarse a la idea absurda de que aunque duela, uno debe seguir persiguiendo sus sueños. Cuando en realidad hay muchas maneras de perseguirlo y de seguir disfrutando, amando aquello que le gusta.

Y aquí estoy, escribiendo en el taller que, al igual que yo, ha sufrido una transformación brutal. Y es que he decidido que no quiero un taller escaparate, sino un lugar creativo donde poder crear mis productos y a la vez pueda sentarme a escribir, etiquetar, pintar, leer o escuchar música. En mi escritorio, un enorme espejo que mi cuñada iba a tirar, sustituye a mi querida estantería con mis productos. Este espejo, este reflejo viene a recordarme que solo hay que parar, mirarse a los ojos, sonreír. Decirnos: "todo va a ir bien". Adelante."

Me encanta esta versión de mi que ya existía pero que había olvidado.

Soy Lorena Arance, creadora de Feels Like Home desde el 2019

e infinitas cosas más

(y las que están por descubrir).

Espero que sigáis acompañándome como hasta ahora.

Gracias por estar al otro lado.